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Trabajo en equipo

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Introducción

Buena parte del trabajo que requiere la economía digital, implica crear y mejorar procesos, productos o servicios de alta complejidad en un contexto de innovación constante. Este tipo de trabajos también se conocen como trabajos de la era del conocimiento porque, precisamente, implican trabajar con el conocimiento (abstracto) y las habilidades de las personas, y no con máquinas o en fábricas. Este tipo de trabajo depende de la interacción entre personas y de su capacidad para adaptarse y colaborar con el fin de lograr objetivos comunes.

Si bien esto parece una obviedad, en la práctica muchas veces enfrentamos el trabajo en equipo con ingenuidad y una mentalidad inapropiada que nos produce frustración y esfuerzo desperdiciado. Solemos pensar que trabajar en equipo implica sumar esfuerzos como si las personas fuéramos máquinas. Es típico creer que si agregamos personas a un equipo, el esfuerzo se redistribuye en partes iguales y, por lo tanto, terminaremos el trabajo más pronto y mejor; si lo piensas un poco, es un concepto de eficiencia sumamente “mecánico”. Pensar así implica dejar de lado complejidades de la comunicación entre las personas y los desafíos que implican.

Si prefieres saltar toda la parte conceptual (y quizás aburrida) para ir directo a las recomendaciones, anda a Mitos sobre el trabajo en equipo. De lo contrario, sigue leyendo.

La complejidad de la comunicación no es solamente un asunto de la habilidad individual de cada persona

Asumimos que todos los problemas de comunicación tienen que ver con la habilidad de comunicación efectiva de cada persona. Es un sesgo comprensible pero equivocado porque ignora algo tan elemental como, por ejemplo, la cantidad de canales de comunicación posibles y su impacto directo en la complejización del trabajo en equipo. Así, la cantidad de canales de comunicación posibles, como se ve en la figura, no aumenta de manera lineal mientras más personas sean:

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Scrum Alliance. Imagen gráfica que muestra 2 personas con un canal de comunicación. Un grupo de 5 personas con 10 canales posibles de comunicación. Un grupo de 12 con 66 posibles canales de comunicación.

La cantidad de canales de comunicación posibles = N * (N-1) / 2 donde N es la cantidad de personas.

Es obvia la cantidad de cosas que pueden salir mal en la comunicación de equipos grandes, ¿verdad?. Esta es la principal razón por la que muchas veces se prefieren equipos de trabajo multidisciplinarios de no más de 5-7 personas. Es también la razón por la que te recomendamos procurar grupos de colaboración-trabajo relativamente pequeños. Así puedes desarrollar habilidades de comunicación y colaboración, pero sin complejizar innecesariamente el proceso.

La interpretación de la “única realidad”

Los seres humanos tenemos la impresión de que la realidad es una sola, creemos que nuestro cerebro es infalible en la interpretación de la misma y, por lo tanto, pensamos que estar de acuerdo es algo que no debería requerir demasiado esfuerzo. Veamos algunas ideas al respecto.

Diversidad cultural

Si piensas en el agua congelada que cae en invierno, seguramente tengas una que otra palabra para referirte a eso, como por ejemplo "nieve"" o "granizo". Pero si conversas con algunas personas de Finlandia, te sorprendería saber que tienen decenas de palabras para referirse a eso mismo para lo que tú solamente tienes 2 o 3 palabras. Entonces, los aspectos culturales determinan muchas veces cómo interpretamos la realidad y cómo interactuamos con otras personas.

Las diferencias culturales pueden evidenciarse en los valores, las creencias, la comunicación y las actitudes que asumimos. Ninguna está necesariamente “bien” o “mal”, depende.

Por ejemplo, en algunas culturas se valora mucho la cohesión del grupo y se busca su preservación a toda costa, mientras que en otras encontramos una mayor tendencia al individualismo y a la competencia. En algunas culturas o subculturas, las personas tienden a comunicarse de forma muy directa, expresando abiertamente sus opiniones y discrepancias; en otras el intento de preservar la cohesión del grupo conduce a una comunicación más indirecta y reservada. Este choque en formas de comunicación, si no es reconocido explícitamente, puede llevar a malos entendidos o dificultades.

Diversidad neurocognitiva y diversidad de soluciones

La infinita variación en el funcionamiento neurocognitivo dentro de nuestra especie da lugar a infinitas maneras de percibir e interpretar la realidad y, por lo tanto, muchísimas distintas perspectivas para entender, enfrentar y resolver los problemas.

Tendemos a pensar que hay una única forma de hacer “bien” las cosas y que el objetivo de un equipo de trabajo es encontrarla. Sin embargo, en la práctica te darás cuenta de que frente a un mismo problema o desafío surgirán más soluciones posibles que personas involucradas en el proceso. Casi nunca hay una única respuesta o una sola manera de hacer las cosas, y tampoco se pueden intentar absolutamente todas las opciones, sería un desgaste de tiempo innecesario. Hay que decidirse por una o por algunas y, por lo tanto, descartar las demás. Lo importante es tener la apertura inicial para considerar muchas alternativas posibles más allá de nuestras creencias personales. Si todas piensan en una misma y única solución, preocúpate.

Sesgos cognitivos

Los sesgos cognitivos son tendencias involuntarias a cometer errores o fallos a la hora de interpretar la realidad. Esos errores influyen directamente en cómo actuamos y tomamos decisiones. “La realidad” es un conjunto de información demasiado grande para tu cerebro, y en la vida “cotidiana” debes actuar rápido, por lo que tu cerebro prefiere depender de un conjunto limitado de información conocida. Se basan en usar tus experiencias pasadas mucho más que la evidencia y la razón o la lógica.

Desde un punto de vista evolutivo, estos sesgos son una manera eficiente de evitar pensar demasiado para tomar una decisión (gastar demasiada energía). Si bien muchos de estos sesgos nos permiten, en términos generales, sobrevivir; pueden ser un obstáculo cuando nos enfrentamos a situaciones inciertas y complejas.

Queremos darte algunos ejemplos concretos para explicar mejor a qué nos referimos cuando decimos que pueden ser obstáculos:

Sesgo de disponibilidad heurística

Es un atajo mental que otorga más valor y credibilidad solamente a la información que tienes disponible y que es más fácil de recordar. Por ejemplo, durante tus experiencias de aprendizaje pasadas obtuviste buenas calificaciones al memorizar contenido, y al presentar a tiempo trabajos en grupo en los que se dividieron por partes y luego unieron todo a último momento. Tu mente puede "decirte" que esta forma de trabajo que conoces es la mejor aunque no sea así. Probar nuevas estrategias o métodos te causará incomodidad y tal vez requiere un mayor y más consciente esfuerzo, pero podría ser mucho más efectivo. Vence el impulso natural por "repetir" solamente lo que conoces.

Sesgo de confirmación

Es la tendencia a prestar más atención y valor a la información que confirma tus preconcepciones. Por ejemplo, si hay algo de una compañera de equipo que te incomoda y no lo has conversado, tu mente prestará muchísima más atención a los comportamientos o actitudes que confirmen tu incomodidad. No quiere decir que no tengas que hablarlo o estés exagerando, quiere decir que tu mente le prestará mucha más atención a este aspecto en comparación a otra compañera que tal vez ni se ha fijado en esto.

Mitos sobre el trabajo en equipo

Es posible que por las experiencias o creencias previas ya existan en tu mente algunas de estas ideas. Te invitamos a revisarlas si es el caso:

⛔ Mito 1: Vamos a ser amigas y llevarnos de maravilla.

Tu objetivo es aprender. Si bien esperamos que forjes relaciones sanas con tus compañeras, no es un requisito para tener una colaboración profesional, satisfactoria y productiva. De la misma forma, el hecho de que lleves una muy buena relación e incluso tengas una amistad con alguna compañera, no es necesariamente una señal ni garantía de que la colaboración esté funcionando y aportando al aprendizaje de todas las involucradas.

⛔ Mito 2: Trabajar en equipo implica siempre llegar a una solución que guste a todas.

Elegir implica, necesariamente, descartar alternativas. Para eso es indispensable que alguien ceda en su posición. Te recomendamos que el análisis para tomar la decisión se haga de la manera más lógica y racional posible, dejando fuera las preferencias arbitrarias o basadas simplemente en “opiniones”. El simple hecho de pensar, considerar, discutir y comparar distintas alternativas ya es un gran aporte en términos de aprendizaje.

⛔ Mito 3: Trabajar en equipo implica estar siempre disponible para las demás.

Está muy arraigada la dañina idea de que hay que esforzarse hasta el agotamiento y la enfermedad para “progresar”. No todas tenemos la misma energía, ni las mismas responsabilidades, ni los mismos horarios o disponibilidad, etc. y eso no está “mal”. Se trata de conseguir trabajar incluso con esas diferencias, y respetando el espacio y descanso que sea indispensable para cada quien según su respetable manera de vivir.

⛔ Mito 4: Necesitamos “confianza” para hablar de los temas difíciles.

Hablar de asuntos “difíciles” es incómodo independientemente del tipo de relación que tengas con las personas. Plantea los problemas oportunamente, sin temor, de forma directa y racional, evita que parezca un asunto personal, enfócate en el problema y no en las personas. Sé honesta, pero también amable. Esas conversaciones “difíciles” son un paso importante para construir confianza. Mientras más avance el tiempo sin abordar los problemas,, las situaciones sencillas pueden producir el efecto de “bola de nieve”.

⛔ Mito 5: Tener dificultades es el resultado de ser “incompetentes”.

Esta es una de esas clásicas situaciones en las que te diríamos que si ya supieras desenvolverte en este tipo de trabajos no tendrías por qué estar aquí. Entendemos que vienes para aprender. Entre más pronto cuestiones tus creencias, más pronto aprenderás.

⛔ Mito 6: Divide y vencerás

De esto ya hablamos brevemente antes. El resultado de dividir el trabajo como si de una fábrica de ladrillos se tratase, puede resultar en un Frankestein pegoteado que no signifique aprendizaje para ninguna de las involucradas. Es importante que encuentres un balance entre la colaboración en la “solución general” y las responsabilidades individuales.

Principios para la colaboración y el trabajo en equipo en Laboratoria

  • Reciprocidad.
  • Aprendizaje y profesionalismo por sobre la amistad.
  • Respeto a la diversidad por sobre el pensamiento único o normativo.
  • Aprendizaje genuino por sobre cualquier otro tipo de "avance".
  • Abordar los problemas oportunamente, antes que evadirlos o posponerlos.
  • Preguntar directa y explícitamente antes que suponer/asumir lo que otra(s) está(n) pensando o haciendo.

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  • Comenta las 2 ideas de la lectura que más sensaciones te generaron (positivas o negativas).

Extra por si quieres profundizar:

  • 🐝 Las abejas utilizan danzas para comunicar la ubicación de fuentes de néctar a sus compañeras, indicando orientación, distancia y calidad del néctar. La danza en forma de ocho indica la orientación y distancia utilizando la posición del sol como referencia. Estos movimientos precisos aseguran que sus compañeras encuentren y recolecten néctar eficientemente.
  • 🌱 "Pensar rápido, pensar despacio" es un libro del premio Nobel D. Kahneman que explora los dos sistemas que moldean nuestro pensamiento: el Sistema 1, rápido, intuitivo y emocional, y el Sistema 2, más lento, deliberativo y lógico. Kahneman desentraña cómo estas dos formas de pensar influyen en nuestras decisiones y nuestro juicio, a menudo de maneras que nos predisponen a errores y sesgos cognitivos. El libro ofrece una mirada profunda a cómo operamos mentalmente, revelando que aunque creemos que nuestras decisiones son racionales, a menudo están mucho más influenciadas por emociones y heurísticas automáticas de lo que pensamos.